Una vez obtenidos los productos lácteos y derivados, toma lugar la etapa de distribución y comercialización, donde destacan como canales de distribución: (i) el canal tradicional, donde se ubican los mercados municipales, las bodegas y panaderías, siendo el principal canal de comercialización de productos lácteos en el Perú; (ii) el canal moderno, donde están los supermercados y las tiendas de autoservicios; y, en menor medida o menos desarrollado, (iii) el canal de hoteles, restaurantes y cafés – conocido como Horeca.

Es preciso indicar que a nivel de los canales modernos se comercializa leches bebibles, mantequillas, quesos, entre otros, que proceden de otros países, principalmente de grandes países productores de lácteos a nivel mundial.

Es importante señalar que, entre los demandantes de productos lácteos, luego de los consumidores y Horeca, el Estado es otro importante comprador.

La demanda de lácteos por parte del Estado busca atender las necesidades de programas sociales dirigidos a cubrir las necesidades alimenticias de niños, adolescentes, madres gestantes y adultos mayores en situación vulnerable y de pacientes diagnosticados con tuberculosis. Entre los programas sociales están: (i) el programa del Vaso de Leche (en adelante, PVL), administrado por los gobiernos locales; (ii) el programa nacional de alimentación escolar Qali Warma (en adelante, PNAEQW), administrado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión social (Midis); y (iii) el programa de alimentación complementaria y nutrición para el paciente con tuberculosis y familia, (en adelante, PCA – Pan TBC), que administra el Ministerio de Desarrollo e Inclusión social (Midis) de la mano con el Ministerio de Salud (Minsa) y los gobiernos locales.

Las compras del Estado en los últimos años se han concentrado en la adquisición de productos procesados finales, elaborados por las principales empresas procesadoras del Perú.